Lámparas de lava
¿Quién no queda fascinado con las lámparas de lava? Estas clásicas luminarias tienen años decorando habitaciones, especialmente la de los niños y adolescentes. No dejan de estar de moda y con el pasar del tiempo aparecen en el mercado diseños más innovadores a los que no podemos resistirnos de tenerlos en casa.
El funcionamiento de una lámpara de lava es simple, pero genial. Están compuestas por cera de parafina, aceite, tetracloruro de carbono, agua y una bombilla incandescente o halógena. Mientras la lámpara está apagada, la cera se mantiene inmóvil en el fondo. Al momento de encenderla, el calor que se genera en la base disminuye la densidad de la cera y esta empieza a flotar.
Al llegar a la parte superior de la lámpara la cera pierde calor e inicia el descenso, una vez abajo vuelve a calentarse y se repite el ciclo.
Cuando tienen varias masas de lava de diferentes tamaños, chocan entre sí mientras suben y bajan. Esta acción les permite adoptar diferentes formas que tanto nos encanta ver.